Las impresoras son propensas a muchos problemas mecánicos, la mala calidad de los insumos y el maltrato de los usuarios suele ser la causa principal.
Podés limpiar la carcaza con espuma limpiadora o con "CIF". Siempre cuidá que no caiga nada en el lugar de alimentación del papel, para que la impresora no se trabe.
Podés abrir la tapa de la impresora y limpiar con un pincel los rodillos, ya que suelen acumular tierra y esto hace que no tomen bien la hoja.
El uso de cartuchos recargados deteriora muchísimo el buen funcionamiento de la impresora, estos cartuchos a veces derraman tinta y no es posible de limpiar sin desarmarla.
Si tenés una impresora Epson, tratá de utilizarla periodicamente para evitar que los cabezales de impresión se sequen y queden inutilizados.
Si tenés una HP, cuidá siempre que los cartuchos tengan los cabezales limpios para que no te imprima con rayas.
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